La cultura europea experimentó un cambio
notable con la lectura de los textos antiguos. La recuperación del conocimiento
y del estudio de las lenguas clásicas amplió la mirada del hombre hacia su
propia realidad histórica. La dimensión social de este reconocimiento,
descubrimientos geográficos y la imprenta integraron esos horizontes en una
perspectiva nueva.
La naturaleza fue un inmenso campo de
estudio. Sin embargo, toda investigación se enfocaba desde el hombre y para el
hombre. Desde su mirada contemplamos hoy el desarrollo que tuvo esta actitud en
la literatura y en el arte, en una búsqueda incesante de belleza y plenitud.
Son los agentes de este movimiento
humanista los que definen la intensidad de las aportaciones en cada momento.
Nuestro congreso internacional da cabida a la reunión de los especialistas que
han investigado multitud de aspectos del humanismo renacentista para explorar
las identidades que impulsaron la cultura de la modernidad.